El cambio DSG y sus secretos

Volkswagen presenta el revolucionario cambio DSG en su gama Golf y Touran, en combinación con los motores 1.9 TDI de 105 y el deportivo 2.0 TDI de 140 cv de potencia. Este innovador cambio destaca por un extraordinario confort de uso y una incomparable sensación de dinamismo y agilidad, capaz de combinarse con los ajustados valores de consumo propios de cambios manuales.

El resultado de la combinación del cambio DSG con estos motores, y en especial con el más potente de 140 cv de nuevo desarrollo, que ya se ha convertido en la nueva referencia dentro de la gama diesel, se traduce en un vehículo que ofrece las mejores cualidades dinámicas, el máximo confort de rodaje y un consumo claramente reducido.

La búsqueda de la reducción de consumos y emisiones hace que los motores modernos obtengan su mayor eficiencia únicamente en regímenes relativamente limitados; en los que la curva de par es más ‘plana’. Esta situación se compensa utilizando cajas de cambio con más relaciones para aprovechar precisamente esta gama de regímenes en la que el motor es más eficiente. Las cajas de 4 velocidades han desaparecido prácticamente; las de cinco son habituales y las de seis proliferan en los coches de prestaciones medias y altas.

Es evidente que para sacar el máximo partido de una caja con más relaciones. Habría que utilizar el cambio más a menudo. Por esta razón, las cajas de cambio automáticas o pilotadas se están imponiendo. Los avances de este tipo de transmisiones en los últimos años son realmente espectaculares y hoy día, los cambios automáticos no sólo proporcionan consumos de combustible reducidos, sino una suavidad y confort de marcha inimaginables hace tan sólo unos años.

En el grupo Volkswagen se ha trabajado intensamente en el desarrollo de sistemas de transmisión de nueva generación. Por ejemplo, en los cambios automáticos, y cambios pilotados.

En la segunda vía de investigación encontramos el sistema Tiptronic, de mando secuencial, que ha acabado por imponerse en todas las cajas de cambio automáticas con convertidor de par y trenes epicicloidales. La combinación de la hidráulica y la electrónica ha permitido alcanzar una eficiencia máxima en estas cajas de cambios, que incorporan ya seis marchas y anuncian incluso siete relaciones en unas dimensiones contenidas. Hoy día casi, todos los modelos Volkswagen son susceptibles de instalar una caja de cambios automática secuencial y en muchos casos, acoplada a un sistema de transmisión 4Motion.

Ahora Volkswagen, siguiendo la línea de investigación hacia los cambios pilotados, presenta su mayor éxito: la caja de cambios DSG (Direct Shift Gearbox). Es una caja de cambios mecánica de accionamiento automático. Algo así como la cuadratura del circulo, porque combina las ventajas de los dos sistemas, automático y manual, con un ingenioso sistema de engranamiento anticipado y embrague doble. Una caja de cambios exclusiva del grupo Volkswagen, que ya es considerada como la referencia absoluta en aspectos de transmisión y que sin duda marcará el futuro no sólo de la marca, sino de los sistemas de cajas de cambio en la industria automovilística.

Los orígenes

Cuando surgieron los primeros automóviles de competición de cuatro ruedas motrices para el campeonato del Mundo de rallyes, se puso de manifiesto la necesidad de que la potencia transmitida por el motor a las ruedas no debía interrumpirse en cada cambio de marchas. Ya en 1985, en el Audi S1 de Walter Rohrl se instaló un dispositivo que mantenía en constante conexión a las ruedas y el motor a través de una caja de cambios de acoplamiento permanente y embragues de accionamiento instantáneo. Unos años después, buscando la mayor eficiencia termodinámica, en el Volkswagen Lupo 3Litros se recurrió a una caja de c ambios semiautomática, o para ser más precisos, manual automatizada. Ambos conjuntos mecánicos fueran tenidos en cuenta por los técnicos del grupo para desarrollar lo que hoy conocemos como caja de cambios DSG. Una característica significativa que diferencia al DSG de las cajas automáticas convencionales es que el nuevo sistema no utiliza un convertidor de par. Los ingenieros de Volkswagen emprendieron un nuevo camino tecnológico armonizando el dinamismo de una caja manual con la facilidad de utilización de una caja automática convencional.

El cambio DSG consta en esencia, de dos transmisiones parciales independientes. Cada transmisión parcial está estructurada como si fuera un cambio manual en lo que hace referencia a su funcionamiento y cada una de estas transmisiones parciales tiene asignado su propio embrague multidisco. Ambos embragues trabajan en aceite, lo que llamamos embragues húmedos.

Con el embrague multidisco K1 se conecta el flujo de fuerza de las marchas 1ª, 3ª, 5ª y marcha atrás; con el embrague K2 se conecta el arrastre de las fuerzas de las marchas 2ª, 4ª y 6ª.

Como consecuencia de esta elaborada gestión de embrague, durante el cambio de marcha, no hay interrupción alguna de la fuerza de tracción, una acción típica de una transmisión manual automatizada. Por ello, se produce un cambio de marchas de máximo dinamismo con un alto nivel de confort. La eficiencia de esta caja de cambios es comparable a la de una transmisión manual. Básicamente siempre hay arrastre de fuerza en una de las transmisiones parciales, mientras que en la otra ya se preselecciona la marcha siguiente, pero todavía con el embrague abierto para la marcha en cuestión.

El ‘cerebro’ de todo este complejo es el denominado Mechatronic, que se encarga precisamente de abrir y cerrar estos embragues y determinar la marcha preseleccionada en función de una serie de parámetros previamente introducidos en el software de este elemento.

Por otra parte, la electrónica del Mechatronic una vez preseleccionada una relación a través del correspondiente actuador posicionador hidráulico, que sitúa la respectiva horquilla de cambio en la correcta posición y gestiona –por medio de seis válvulas de presión y cinco de entrada y salida- tanto los restantes actuadores, como el sistema de refrigeración de aceite.

Como ejemplo, mientras el coche circula en tercera, la cuarta velocidad ya está engranada, aunque no activada. En el momento en que se alcanza el régimen de cambio, el embrague de la tercera marcha se abre, mientras que el otro se cierra, activando la cuarta marcha. El proceso de apertura y cierre de los embragues es totalmente coincidente, lo que produce el cambio directo y suave ya mencionado. Todo este proceso se realiza en centésimas de segundo. Y es el módulo Mechatronic quien ha determinado que el conductor “decide” pasar de tercera a cuarta y no reducir a segunda. Conocer precisamente qué marcha quiere introducir el conductor en cada instante es la mayor dificultad que han superado con notable éxito los ingenieros de Volkswagen.

El control del cambio consta de un sistema shift by wire. Esto significa que no se utiliza ningún elemento mecánico de unión entre la palanca selectora y la caja de cambios. Se emplea una conexión electrónica similar a la de los sistemas de gestión del motor con acelerador electrónico. El bloqueo de estacionamiento (posición ‘P’ de la palanca) se activa de forma mecánica.

La caja automática de cambio directo tiene ventajas apreciables en términos de prestaciones y ahorro de combustible. Es una alternativa particularmente interesante para aquellos conductores que hasta ahora preferían la utilización del cambio manual. Con idéntica aceleración y velocidad punta, cambia con más suevidad que una caja automática y, adicionalmente, se pueden cambiar las marchas manualmente a través de la función Tipt ronic, manteniendo esa misma ausencia de tirones.

El cambio se realiza de forma más rápida y directa de lo que era posible hasta hoy con cualquier tipo de caja, manual o automática.

Además de un buen grado de efectividad mecánica y la capacidad de transmitir elevados registros de fuerza, este tipo de embrague doble de la caja DSG permite realizar distintas formas de arrancada. Esto quiere decir que los embragues multidiscos se pueden ajustar con diferentes parámetros, como por ejemplo para arrancar suavemente sobre superficies deslizantes hasta máximas aceleraciones deportivas, así como –entre estos dos extremos- cualquier otro comportamiento dinámico deseado.

Los conductores con exigencias deportivas experimentarán por primera vez la sensación de un cambio de marchas como si simplemente pulsaran un botón. Aún más, en el modo deportivo (posición “S”), las unidades de control del motor y la caja de cambios activan un empuje positivo del motor (en función del régimen), que acrecienta la dinámica del cambio: retardando el cambio al subir las marchas, y adelantándolo al reducir.

El cambio DSG se estrenó con el Volkswagen Golf R32, siendo posteriormente utilizado por otros modelos del grupo hasta la aparición de los nuevos Touran y Golf de quinta generación que incorporan ya opcionalmente esta caja de cambios en las versiones de motor 1.9 TDi 105 cv y 2.0 TDi 140 cv.

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